Los seis de la fama: AUGUSTO
[Véase la introducción a los seis medallones de la fama]
Del lado de Hércules, un hombre de rasgos muy finos lleva la cabeza cubierta con un velo. Es Augusto:
El velo para los hombres tenía en Roma un uso frecuente y muy preciso: lo llevaban los sacerdotes y los personajes notables que realizaban un acto sagrado, sacrificio a los dioses o fundación de ciudad.
En 6 monedas sobre 12 en la colección de Goltzius César lleva velo; Eneas lleva velo en el Ara Pacis. Una moneda de Augusto lo representa con velo arando lo que será el recinto de la ciudad fundada.
Para Augusto el velo tuvo un valor especialmente significativo. Recibió, en el año 12 a. C., el título de Pontifex Maximus, y fue para él un cambio radical:
• Cambio de imagen: se multiplicaron las representaciones de Augusto con velo, sustituyendo a las de general con coraza:
• Cambio de nombre, pasó a llamarse Augusto, el ungido, en lugar de Octaviano
• Cambio de política: el inicio de la Pax Romana después de la guerra. El Augusto del museo de Mérida prueba la difusión de su imagen con velo también en provincias:
Al escoger este Augusto vestido de sacerdote para la fachada, se ha buscado una imagen de paz, la Pax romana, modelo para la Pax christiana del joven emperador; y sacralidad, Carlos en Aquisgrán fue ungido.
La virtud más destacada de Augusto fue la Prudencia, representada por serpientes. Según la simbología, la serpiente, viviendo bajo tierra y nutriéndose de los muertos, de ahí la calavera, nos transmite su experiencia y su sabiduría. Debajo del medallón de Augusto, se ven dos serpientes saliendo de una calavera:
Las dos serpientes figuran en las monedas de Augusto. Pero la prudencia se representa también con el áncora y el delfín, estabilidad y velocidad, como lo veremos en el sexto enigma del claustro. El delfín con niño que el Augusto del Museo Vaticano tiene a sus pies subraya también su filiación con Venus.
Augusto, primer emperador de Roma, y el más ilustre, es la imagen del poder llevada a su perfección. Así lo vieron en el Renacimiento.
[Véase la introducción a los seis medallones de la fama]
Del lado de Hércules, un hombre de rasgos muy finos lleva la cabeza cubierta con un velo. Es Augusto:
Imagen de Augusto con velo (Museo de las Termas)
El velo para los hombres tenía en Roma un uso frecuente y muy preciso: lo llevaban los sacerdotes y los personajes notables que realizaban un acto sagrado, sacrificio a los dioses o fundación de ciudad.
En 6 monedas sobre 12 en la colección de Goltzius César lleva velo; Eneas lleva velo en el Ara Pacis. Una moneda de Augusto lo representa con velo arando lo que será el recinto de la ciudad fundada.
Moneda de Augusto, arando con velo al fundar una ciudad
Para Augusto el velo tuvo un valor especialmente significativo. Recibió, en el año 12 a. C., el título de Pontifex Maximus, y fue para él un cambio radical:
• Cambio de imagen: se multiplicaron las representaciones de Augusto con velo, sustituyendo a las de general con coraza:
Moneda de Augusto con velo (col. Goltzius)
• Cambio de nombre, pasó a llamarse Augusto, el ungido, en lugar de Octaviano
• Cambio de política: el inicio de la Pax Romana después de la guerra. El Augusto del museo de Mérida prueba la difusión de su imagen con velo también en provincias:
Imagen de Augusto del Museo de Mérida
Al escoger este Augusto vestido de sacerdote para la fachada, se ha buscado una imagen de paz, la Pax romana, modelo para la Pax christiana del joven emperador; y sacralidad, Carlos en Aquisgrán fue ungido.
La virtud más destacada de Augusto fue la Prudencia, representada por serpientes. Según la simbología, la serpiente, viviendo bajo tierra y nutriéndose de los muertos, de ahí la calavera, nos transmite su experiencia y su sabiduría. Debajo del medallón de Augusto, se ven dos serpientes saliendo de una calavera:
Las serpientes de la fachada
Las dos serpientes figuran en las monedas de Augusto. Pero la prudencia se representa también con el áncora y el delfín, estabilidad y velocidad, como lo veremos en el sexto enigma del claustro. El delfín con niño que el Augusto del Museo Vaticano tiene a sus pies subraya también su filiación con Venus.
Augusto en el Museo Vaticano
Augusto, primer emperador de Roma, y el más ilustre, es la imagen del poder llevada a su perfección. Así lo vieron en el Renacimiento.